En los talleres Proyectando Sorpresas realizamos dos actividades en las que proyectar, manipular y jugar con la escala.
En la primera los visitantes podían crear su propia instalación gracias a una serie de piezas que el artista Moro nos prestó y que eran similares a las de la instalación.

Para realizar estas pequeñas instalaciones trabajamos de un modo similar al artista. Nos dividimos en grupos en los que había una persona que organizaba los movimientos y varios operarios que distribuían las piezas según se indicara. Mientras que un grupo trabajaba el resto actuaba como espectadores.


 



La colaboración a la hora de manipular las piezas era imprescindible ya que algunas tenían que moverse entre varias personas. También era importante tomarse un tiempo para observar y rectificar.